Nació en el gueto de Varsovia. A las pocas semanas de vida, la madre logró escaparse y esconderse en la casa de una amiga del conservatorio. Se reúnen con el padre de Sylvia y se cobijan en la casa de una ex empleada del abuelo. El padre debe irse de este lugar por miedo de ser descubierto y nunca más lo vuelven a ver. Bautizaron a Sylvia como Cristina. Al finalizar la guerra se reunieron con el tío materno de Sylvia. Se quedaron en Polonia hasta 1956 y emigraron a Israel. En Chile formó familia.