Con el surgimiento del antisemitismo, su hijo José Hes, de sólo 14 años, comenzó a insistir en que debían abandonar Alemania. Él fue el primero en irse, llegando a Argentina en 1938. Klara y su familia vivieron el terror de la Noche de los Cristales Rotos y después la detención de su esposo Isidoro Hes. Tras ser liberado, Klara hizo las gestiones para conseguir visas para emigrar, sin importar el destino. En 1939, Klara con hijos Luis Hes y Julio Hes, logran llegar a Valparaíso, Chile, donde los esperaba su hijo mayor José Hes. Un mes después llegó Isidoro, con su primo Maier Hes. La familia se asentó en Valparaíso.

Información obtenida por Abro Memoria, proyecto conjunto de Memoria Viva y el Archivo Judío de Chile.