Su primera experiencia fue en el gueto de Theresienstadt. Luego lo deportaron a Auschwitz-Birkenau. Nunca más vio a su mamá. Su papá enfermó, lo llevaron a un hospital en el bosque y nunca más supo de él. Si bien Juan enfermó, logró escapar del hospital. Ya estaban los rusos, y él fue hasta Poprad, donde estaba el comando checo. Se unió a la Resistencia y después de mucho tiempo se fue a Praga. Se casó, y como la situación política era complicada, decidió emigrar a Chile en 1949. Al poco tiempo, Juan enviudó.