Sobrevivió junto a sus padres una balacera de los nazis en un granero. Luego los llevaron a un lugar de detención del que escaparon. Otra vez se salvaron de ser masacrados por las balas. Pasaron la guerra escondidos en diferentes lugares. Para él los soldados rumanos fueron muy malos y al tiempo se fueron a la casa del tío materno en Chernovitz. Se salvaron de ser deportados al campo de concentración. Tras la liberación estuvieron dos años con los rusos y en 1947 les llegaron los papeles para emigrar a Chile. Viajaron en el Américo Vespucio.