Tras la Kristallnacht el padre de Brigitte estuvo preso 3 semanas en Buchenwald. Las dos hijas Callomon fueron enviadas en un Kinderrtansport (transporte de niños menores de 16 años) con destino a Gran Bretaña. En Glasgow aprendió taquigrafía y dactilografía. Ella nunca más volvió a ver a sus abuelos y se reunió al final de la guerra con sus padres en Chile.