Ya antes de la Kristallnacht la familia pensaba en emigrar. En 1935, debido a las Leyes de Nüremberg, debió abandonar su colegio alemán y enrolarse en uno judío. Al padre lo tomaron preso y tras su liberación salieron de Alemania en febrero de 1939. Se vinieron en el Virgilio, y tras una breve permanencia en Bolivia, se asentaron en Chile el 1 de septiembre de 1939.