Fanático de la historia, geografía y economía, sufrió mucho al ser expulsado del colegio por ser judío. Era muy deportista y practicaba el atletismo en el Club Deportivo Maccabi Berlín. Miembro desde joven del Hashomer Hatzair, vivió desde 1933 a 1935 clandestinamente en el Beith Hajalutz de Berlín, luchando por el sionismo, que era su pasión. Debido a la enfermedad de su padre, logró emigrar a Chile para acompañar a su madre, dejando de lado para siempre su sueño de hacer aliá. En 1937 se casó con Anni Krumholz quien también había escapado del nazismo desde Polonia. Juntos tuvieron dos hijos, Rubén y Daniel Meyer. Inicialmente se dedicaron a hacer arreglos de costura, creando posteriormente un pequeño negocio de modas, que se transformó finalmente en la conocida casa de moda “Casa Meyer”.
Información obtenida por Abro Memoria, proyecto conjunto de Memoria Viva y el Archivo Judío de Chile.