Al comenzar las persecuciones, se escondieron en un sótano y se quedaron sin comida. El secretario de la ciudad a veces les llevaba legumbres. Después estuvieron en un Gueto. Estuvieron un año en Auschwitz. La liberaron los norteamericanos y la llevaron al campo de desplazados de Munchen. Un tío les mandó un affidávit para viajar a Chile. Su hijo mayor nació en Italia y llegó a Chile con 2 años.