Cuando vinieron a buscarlos, la mamá les dijo que corran y se salven, pero ella no pudo. Se escondieron en el pueblo de la abuela en las montañas. Consiguieron trabajo como aserradores. No pagaba mucho, pero había posibilidad de trueque. Su tío les aviso que llegaban los alemanes. En minutos salieron corriendo al bosque y él junto a su hermano, se escondieron entre tallos de maíces. Una familia les ayudó y los mandó a una casa en un área forestal donde permanecieron seis meses. Sobrevivieron escondiéndose en diversos lugares. Junto a su hermano consiguieron visa para Chile tras el final de la guerra.