Sobrevivió la guerra gracias a que pudo refugiarse en una de las casas arrendadas por el diplomático sueco Raoul Wallenberg (quien salvó a miles de judíos). Su hijo menor, Andrés, quien también sobrevivió, debió cambiar su apellido a “Matrai” al finalizar la guerra, debido a la persecución que iniciaron los rusos en Hungría tras quien tuviera apellido germano sin importar su nacionalidad húngara. Su hijo mayor, Lazlo Stern (quien había abandonado Hungría antes de la guerra), los ayudó a ambos a emigrar a Chile, arribando finalmente al país en septiembre de 1946.
Información obtenida por Abro Memoria, proyecto conjunto de Memoria Viva y el Archivo Judío de Chile.