El primer cambio que sintió con la llegada de Hitler, fue que en el colegio tuvieron que sentarse aparte de los demás, y en dos oportunidades debió limpiar las calles bajo órdenes de los nazis. En la Kristallnacht a su padre se lo llevaron preso. Luego le quitaron su negocio de géneros y pañuelos. Se trasladaron a Checoslovaquia. Allí la madre de Herta cambió sus joyas por visas para Chile, y lograron llegar en un barco inglés antes del estallido de la guerra. Acá conoció a su marido y comenzó una nueva vida en Chile.