Primero llegaron los rusos y después los alemanes. Fueron deportados al Gueto de Chernovitz y tuvieron que vivir hacinados más de diez personas en una sola habitación. No pudo salir del Gueto porque estaba enferma de las piernas. Tenía mucho miedo. Tuvo diversos trabajos. Viajó con identidad falsa y logró llegar en 1948 a Chile junto a su familia gracias a la ayuda del señor Rothfeld. Aquí formó una familia.