En 1942, tras pensar que nada iba a suceder en Checoslovaquia, fue deportada a Theresienstadt. También su madre y su marido. La madre y a los abuelos murieron. En 1944 Edith fue deportada a Auschwitz donde permaneció tres semanas. De allí la trasladaron a una fábrica donde trabajó con un torno. La hicieron caminar a pie hasta el Campo de Mauthausen. Allí la liberaron los norteamericanos. Luego volvió a Praga y se volvió a casar. Viajaron en el Reina del Pacífico a Chile.