Cuando tenía un año de vida, emigró a Francia junto a sus padres, debido a una ola de antisemitismo en Salónica. En 1940, cuando los nazis invadieron París, la familia huye al Sur de Francia para resguardarse, sin embargo debieron regresar a París, ya que el negocio que les daba sustento, había sido robado. Al poco tiempo, los nazis les quitaron su negocio, dejándolos sin trabajo. El 5 de noviembre de 1942 Berta fue apresada junto a sus padres y todos los judíos griegos que vivían en París. Después de unas horas, ella logró escapar, alentada por sus padres, a quienes nunca más volvió a ver. Su antigua niñera, Marie, arriesgó su vida llevándola a Bretaña, una pequeña aldea donde vivía su familia. En 1943 se trasladó a Toulouse con la ayuda de un passeur (persona que llevaba a la gente de la Francia ocupada a la zona libre), para vivir con sus tíos, primos y abuela. Ese trayecto lo hizo con un pasaporte falso, bajo el nombre de Genevieve (Gigi) Baillet, nacida el 24 de julio de 1929 en Angers. Un tiempo después, debe ir a vivir a Castres, una pequeña ciudad obrera a dos horas en tren de Toulouse, dedicada a la industria textil. Allí es acogida por la familia Saunal, que la cuida con amor y forman parte de la resistencia. Se registró en el colegio y asistió a clases con su nueva identidad. Cuando en 1945 los americanos liberaron Francia, comenzó la etapa más triste de la vida de Berta. Espero cada día la vuelta de sus padres, pero no regresaron. Se reencontró con su tío Jacques y familia en la Costa Azul y se despidió de los Saunal con tristeza, ya que se había encariñado mucho con ellos. Volvieron a París, pero todos los demás familiares, vecinos y amigos habían desaparecido en los campos de exterminio. Por medio de la Cruz Roja, Berta supo que sus padres fueron deportados a Auschwitz. Berta se contactó con la familia de su madre que vivía en El Cairo, y una vez terminada la secundaria, en 1948, viajó a Egipto. Luego de la declaración de independencia del nuevo Estado de Israel, los países árabes, incluido Egipto, declararon la guerra. A pesar de eso, Berta se enamoró de Sam Abourbih, amigo de sus primos, y en 1949 se casaron. Durante la víspera del matrimonio pusieron una bomba en la sinagoga de El Cairo. La situación era muy tensa y peligrosa. En 1953 nació su primera hija, Mónica. En 1956, estalló la guerra entre Egipto e Israel, lo que trajo problemas a los extranjeros y judíos, quienes fueron expulsados de sus trabajos y algunos del país. En ese mismo año nació su segunda hija, Josy. Gracias a su primo Alberto, lograron obtener visas a Chile. El 28 de marzo de 1957, se embarcaron en Alejandría rumbo a Chile, Sam, Berta, con sus hijas Mónica y Josy, sus suegros y sus dos cuñados. Se instalaron en Viña del Mar, donde fueron recibidos por su primo Alberto. Los primeros años fueron difíciles, sin embargo la familia logró adaptarse y establecerse en su nuevo país. En 1989 escribió su historia de vida, bajo el título “Me llamaban Gigi”.
Información obtenida por Abro Memoria, proyecto conjunto de Memoria Viva y el Archivo Judío de Chile.
