En 1939, tuvo que abandonar el pueblo donde vivía, Brilon, Alemania, donde su esposo tenía una carnicería y fábrica de embutidos. Partieron sin nada, desde Génova a Valparaíso, con sus hijas Ruth y Alicia, de 18 y 15 años respectivamente.
Información obtenida por Abro Memoria, proyecto conjunto de Memoria Viva y el Archivo Judío de Chile.